CÓMO CONOCÍ A LOS 19 JÓVENES TALENTOS
CAPÍTULO 6
El niño chino mola más que yo.
CÓMO CONOCÍ A LOS 19 JÓVENES TALENTOS
CAPÍTULO 6
El niño chino mola más que yo.
Hola hijos míos. He vuelto para continuar la historia. No me enrollo más en los prólogos, que acabo de comer y me está entrando el sueño y no voy a acabar. Dentro flashback.
¡¡¡¡AHHHHHHHHHH HOY ES EL DÍA!!!!
EL 20 DE JUNIO.
¿Todos sabéis a que me refiero no? Claro. Es díficil olvidar esa fecha...........TENGO EL EXÁMEN FINAL DE NATURALES.
¿Eh?¿Que no era eso? Ah es verdad. también es el día de viajar a Madrid por el premio de Coca Cola. Pues vaya.
Me dirigí como cada mañana al colegio, lleno de emoción. Empecé el examen, lleno de emoción. Recogí el boli, que se me cayó a mitad de exámen (todo muy emocionante), y entregué el exámen el primero. Antes de marchar, ya en la puerta, miré una última vez a mis compañeros de clase. Todos me miraban emocionados, incluido el profesor. Y de repente, Jairo Borraz, un tontaco venido a menos, dijo:
-¿POR FAVOR, TE VAS YA, O NO?, ¡EL SUSPENSE ME ESTÁ MATANDO!-
Entonces me giré y empecé a andar por el pasillo. De repente, empezó a sonar
Its the final countdown (nino nino) de Europe en mi cabeza (creo que ya he explicado que es lo que ocurre cuando me motivo con las canciones ¿no?).
Y CRUCÉ EL PASILLO COMO DIOS
Y SALÍ DEL COLEGIO COMO DIOS (es gasioso porque el colegio es religioso :3 )
Y CRUCÉ EL MERCADILLO DE GITANOS COMO DIOS
Y ENTRÉ EN CASA CÓMO DIOS
Y ME HICE UN BOCADILLO DE JAMÓN (COMO DIOS)
Y ME VESTÍ COMO DIOS (pero quiero decir que lo hice genial, osea, no es que me vistiera con una túnica blanca y barba blanca)
Y entonces la canción dejó de sonar. Me quedaban 40 minutos antes de ir a la estación de Ponferrada para coger el tren. Encendí la televisión. Estaban dando un documental sobre niñas adolescentes chonis pasivas-agresivas-suicidas muy poco interesante y muy adictivo. Fue un poco triste que la última cosa que oyera antes de marchar triunfalmente fuera ¡ASCO DE VIDA TETE!
La estación de Ponferrada no es un sitio agradable. Parece una de esas estaciones de la Segunda Guerra Mundial en la que las madre rogaban un poco de comida para sus pobres bebés diciendo: El pequeño Miroslaw tiene hambre. Lo siento, pero Ponferrada es así.
Encontré a mi profesor con su mítica gorrita negra que le hace parecer un caco esperándomeen el andén muy sonriente.
Nos subimos al tren.Y por un momento, vi por la ventana a una madre despidiéndose de su hijo, y me recordó a cuando los niños rusos viajaban en medio de la guerra y me dio mucha pena.
No llores, pequeño Vladimir.
Me dejó la revista del colegio para que la leyera. Busqué si ponía algo a cerca de mi premio. No por nada, simplemente para ver cuanto me quería mi estimado cole
RESUMEN
No me quieren
Mi pequeño premiecito estaba en una esquina muy apartada entre las dos páginas de artículo que contaban que una niña había hecho una seta de plastilina casi real, y el que contaba que Yu, un niño chino de segundo de primaria había aprendido a multiplicar el primero de su clase.
Qué chachi pistachi
Miremos el lado bueno, este año, el gato de la directora no ha aprendido a cogerse la colita, si no, me reemplazarían por él.
El viaje era largo, y pronto, mi profesor y yo nos vimos atacados por la necesidad de hablar, y pronto, empezó el diálogo entre el alumno que supuestamente había ganado un premio, y un profesor con 15 años de experiencia, y matricula de honor en la carrera de filología castellana:
Profesor:......Emm.....hace frío últimamente ¿no?
Yo:.....Emm.....ya.......calentamiento global.....digo yo....
(30 minutos de silencio)
Yo:.....emm.....ehhh......
Profesor:.....jeje.....hugh...emm
Yo:.....¿Te gustan los trenes?
Aunque no lo creáis, esta conversación acabo en un debate a cerca del sentimiento y la conciencia humana.
Al llegar a Madrid había un hombre con un cartelito con nuestros nombres. Era nuestro chófer. Bueno, o a juzgar por su apariencia, o eso, o una criatura del infierno, que quería llevarnos a conocer a Satán.
Llegamos al hotel de Barajas, y en su recibidor, nos estaba esperando alguien a quien todos conocéis.......¡Óscar!. Me dijo que era el primero en llegar, así que subí a mi habitación y vi tres camas. Una muy guay, una muy guay y una muy siniestra. Y pensé, soy el primero, así que una guay es para mí, y el que llegue último, que duerma en esa tabla con sábanas.
En ese momento, en un avión que sobrevolaba el atlántico, Carlos sintió una perturbación en la fuerza.
Encendí la tele y me puse a ver un documental sobre los caballos en la Primera Guerra Mundial.
Al rato, bajé al hall de hotel con mi profesor, y me encontré con que otro chico (joven talento, para los poco avispados) y su perturbador profesor estaban en el hall. Decidimos ir a tomar algo juntos. El chico, era lo más tímido del mundo (ja, en unos días descubriríamos que no era así), y me costó un montón empezar a hablar con él.
Explico.
Se cerraba más que una almeja con loctite
Pero al fin, descubrí que era un chaval majísimo y pronto empezamos a congeniar. Cuando ví que estaba más receptivo, le hice la pregunta clave:
-Oye,¿cómo te llamas?
A lo que él respondió
-¿Yo?. Me llamo Javi
Todo hay que decirlo, las primeras veces le llamé de todo menos Javi (Gabi, Gabri, Jaime,........etc). Soy muy malo para los nombres......